Bienvenidos a la Gaceta de Mareas del Alma

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sábado, 15 de mayo de 2010

- Mareas en Prosa -


LA MEMORIA DE LA NIEVE
Engel
(España)



Si su belleza no abrasara mi ternura, creería que me estoy volviendo loco. Si su imagen no quemara ahora en mis ojos, pensaría que mi vida, desde que la conozco, no ha sido más que un sueño. Un sueño dorado que los aullidos de la lluvia y la nieve vuelven a traerme una y otra vez para recordarme que aquel día en que la conocí, comenzó mi deshielo.

La lluvia y la nieve enmarcan e iluminan todavía y como entonces aquel primer encuentro. El viento en los cristales es su voz llamándome entre sueños.
Hace ya algún tiempo sin embargo, desde que ella derramó en mi alma aquellas semillas en azul celeste, que en el aire puedo olfatearla, y un temblor de esas semillas renace en mi interior. Su presencia brota en mi pecho y se extiende poco a poco por mi sangre alborotando mi corazón.

Si su presencia no abrasara ahora mismo en mis manos pensaría que estoy loco.

Pero mientras dure la nieve y regrese cada año, que importa que sólo ella comparta conmigo esta inmensa locura y el vértigo infinito que provoca en nuestras almas el invierno.
Siempre la vida brotará ante mis ojos entorno a ella. Y en medio del silencio, el grito de los bosques recalcará aún más la sensación de esa increíble soledad que tanto nos acerca. Tratando de ocultar su presencia inútilmente. Pues es indestructible y tan culpable de amarla como la misma nieve.
Una nieve increíblemente blanca y tan especial que hasta el mismo tiempo necesita vencer.

El tiempo es una lluvia paciente pero la memoria de la nieve es tan profunda que ni siquiera el diluvio de los días basta para hacerla desaparecer. Estoy acostumbrado a convivir con el tiempo, amontona silencios encima del recuerdo y cuando cree que ha vencido, que ya todo ha sido olvidado, basta un aroma, una luz, puede que una carta, un poema o una fotografía para hacer saltar en mil pedazos el hielo del olvido.

En realidad, jamás ha llegado a desaparecer. Definitivamente no puede haber olvido. Cómo borrar de mi memoria sus huellas cuando la distancia y lo imposible alimentan el deseo y la esperanza, día tras día, mientras su imagen en mi mente se asienta aún más que el mismo tiempo.
La memoria de la nieve y su verdad misteriosa termina, cada noche, uniendo nuestras almas, mientras la certeza de un nuevo amanecer junto a ella aletea en mis sueños..


1 comentario:

  1. Amigo Engel...
    Esta prosa me maravilló de principio a fin por eso se que debía ser seleccionada para embriagar el alma de los que tengan el placer de leerla.
    Mil besitos para vos..
    Garde

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